En el universo distante de nuestro interior, la esencia del yo.
En la expresión libre, nuestros mecanismos de comunicación.
En la prudencia excesiva, los mecanismos de defensa.
La mirada, el retrato de una pasión (o de todas).
La vibración de las cuerdas vocales, un detalle del ánimo.
La actitud ante todo, el espejo de la personalidad.
Las elecciones de nuestras vidas, el ejemplo de donde deseamos estar.
Con los miedos que nos limitan, la medida de los demonios que nos habitan.
Para los fracasos en las metas y objetivos, píldoras de plenitud.
En la capacidad de reciclarse, la actualización del alma.
En el escribir los pensamientos y describir los sentidos, una necesidad del espíritu.
treasure hunter
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