27 junio 2009


Las hienas utilizan compañeros para llegar con más acceso a los animales muertos que las alimentan, según un estudio. La trascendencia del mismo se da cuando por medio de equiparaciones o especulaciones llegan ciertos estudios investigar a los humanos, a estudiar ciertas formas del interactuar del hombre. Por ejemplo. He leído sobre la amistad lo siguiente. Hay mucho más detrás de este sentimiento que nosotros podamos imaginar. La sensación que tenemos comúnmente de afinidad, del afecto puro personal (que se quiere desinteresado) va más allá. Mientras no os comento sobre el estudio en si os digo que entiendo la amistad como algo así: una forma de amor entre personas que no son família y tampoco pareja . No obstante no se me olvida la consideración de mi centífica madre: "(...) en la vida, hijo, todo es por algo, por alguna cosa; siempre habrá alguna intención". Me gusta la ponderación suya. De verdad. Pero vayámonos a la cientificidad del artículo. Dice éste que hoy por hoy tal pacto compartido entre personas -la amistad- es un elemento central de la vida social humana, desde la perspectiva de la evolución, sus funciones han resultado siempre difíciles de comprender (vaya). Que la amistad humana ocurre entre individuos que no son parientes ni están emparejados, por lo que la función de este comportamiento cooperativo no está tan clara como la de los comportamientos que implican la reproducción o la transmisión genética. Todo el reciente estudio fue realizado por investigadores de la Universidad de Pensilvania utilizando la llamada -y tan famosa- Teoría de los juegos (concernente a la matemática aplicada que utiliza modelos para especular, indagar e investigar interacciones en estructuras formalizadas de incentivos, los llamados juegos, y llevar a cabo procesos de decisión. Sus investigadores estudian las estrategias óptimas así como el comportamiento previsto y observado de individuos en juegos. Se puede representar mil veces conjuntamente un mismo juego.)[1]. Bueno, estos señores -los investigadores, parte de ellos psicólogos- han traído a la colación lo siguiente...Que la amistad humana tiene su origen en la necesidad de tener aliados que nos ayuden en potenciales conflictos. De esta forma, los individuos se garantizan pues la ayuda cuando la necesiten, aunque en lo inmediato la amistad no les reporte ningún beneficio.Eso, dicen ellos, hoy por hoy. Las anteriores teorías habían apuntado a que la amistad humana estaba relacionada con la riqueza, la popularidad social o las similitudes entre amigos. Esta nueva hipótesis apunta a algo más complejo y explicaría comportamientos como el porqué de que a la gente le preocupe tanto las comparaciones con otros miembros de su propio círculo social. El artículo me resulta muy interesante. Su autora (Yaiza Martínez) nos comenta la noticia través de links ilustrativos y asociativos para facilitar todo el panoráma. No sé cómo llegan estos científicos "certeramente" a tales respuestas -dado que todo el universo social es dinámico y bastante complejo (ya, sé que es a través de los mencionados juegos). En fin. Sí lo entiendo la importancia y el aprecio de que se teorice sobre todo ello. En el final de lo que se logra muy poco me gusta. No quiero convencerme de que tan sólo una teoría simplemente pueda valernos como respuesta. Me atrae en la complejidad de la Ciencia social aquello aspectos transversales. La necesidad de la multidisciplinariedad, de la pluricausalidad y de las pluriconsecuencias. Y la hipótesis de mi madre no me sale de cabeza. En este caso, puede que determinada intención o cierto interés no sea malo. Pensémoslo. Ahora bien, con ello estamos pensando y hablando de nada más, nada menos, que de la historia de la humanidad, de la evolución y de la involución (y revolución, claro) de nuestra especie. Si se quiere decir que somos muy parecidos a los animales, mejor que los inferiores, se podría entender entonces que además de lo que es atribuído a ellos, nosotros pues hacemos mayores, mejores y más cosas. Buenas y malas. Está claro que con intención. El interés, el interés. Se me provoca un lio mental porque entendía que la amistad era justo aquél sentimiento puro desinteresado. Donde el afecto y el cariño dominan los impulsos del ánimo. Sin intención. No obstante ahora me doy cuenta de que al invitar a mi casa un (a) amigo (a) o al invitar a alguien para salir el interés viene implicito. Curioso y lógico. Siempre es y fue así. Actuamos con alguna intención. Pues ahí adentramonos en otras teorías -la de la acción, por ejemplo, donde toda acción tiene un fin, una finalidad). Por ello se debe entender que en el comienzo de una teoría hay otra precedente y otra posterior. En fin. ¿Qué es lo que tenemos que pensar al final? Bueno, yo pues me quedo con el concepto de la amistad que me vale desde siempre..porque me da una sensación de plenitud. Donde el intercambio de voluntades es siempre ameno y, aunque no desinteresado, desprovisto de cualquier perniciosa intención. El placer y el bienestar son los objetivos de la unión de los involucrados (aunque a menudo pase el compartir dolores y dificultades). Buena vibración, buena onda...La amistad es una empatía que se da en el trato, sea cual fuere la razón. Pues nada. No ando yo por allí con mis mecanismos cognitivos encendidos buscando baluartes para momentos de crisis. Ahora bien, vuelvo a pensar en tal teoría cuando se me viene la idea de que debo organizarme, con los amigos o quien sea, para irme a la playita a coger unas olas tremendas...Anda con los científicos ¿eh?

[1] Concepto de Dieter Nohlen es profesor de Ciencias Políticas en Heidelberg.





No hay comentarios:

...

...
En un contexto creciente de urgencias prácticas, de conflictos sociales y catástrofes ecológicas, económicas y políticas, los distintos actores sociales toman posiciones que renuevan tensiones clásicas, a la vez que plantean problemas inéditos, frente a los cuales el despliegue de la razón instrumental, encarnada en el desarrollo acelerado de la ciencia y la tecnología resulta impotente.
"Da el primer paso con fé, no tienes que ver todas las escaleras, tan solo da el primer paso" Martin Luther King

Amigos

MuZiK


MusicPlaylistView Profile
Create a playlist at MixPod.com

A way of life

A way of life

LinkWithin

Related Posts with Thumbnails

deslizarse sobre las olas del mar de pie sobre una tabla

deslizarse sobre las olas del mar de pie sobre una tabla
El surf puede parecer al simple observador un deporte como tantos otros. O sea, una actividad fisica para divertirse y distraerse. Pero la verdad es que va mas alla de ser un deporte en si, el surf es una manera de vivir la v¡da. De alguna manera el que elije el surf elije no estar en la ciudad, elije cuidar el medio ambiente, elije cuidar su fisico, etc... El surf es un deporte y requiere, tal vez mas que otros, un buen estado fisico y por supuesto, saber nadar. Pero el surf no termina al salir del mar y guardar la tabla en la funda. El Surf es amor al Oceano, amor a la Naturaleza, a estar descalzo en la arena tibia de la playa, o la arena fresca de la orilla. Es amor al bienestar, a la vida sana en general. El surf encierra por lo general una actividad intelectual importante: se requiere paciencia, sabiduria, perseverancia y fortaleza. La perseverancia y fortaleza son necesarias para remar contra el oleaje y la corriente, luchar contra las fuertes espumas y resistir al cansancio, con el objetivo de llegar a donde se quiere estar. Una vez que logramos pasar la rompiente y que estamos sentados en nuestra tabla, se requiere paciencia, hay que esperar que vengan las olas. Las olas vendran a su debido tiempo y cuando eso pase tendremos que tomar une decision y elegir una dentro del monton. Si elegimos una ola muy alta o empinada, podemos clavarnos de punta en el agua y ser revolcados violentamente, y asi saber lo que sienten los calcetines al ser centrifugados en la lavadora. Si la ola es muy chica, no tendrá fuerza y no nos llevará con ella, habremos gastado energia remando sin sentido. Si la ola es muy frontal, no nos dará una surfeada muy larga... Al adquirir y sumar horas de agua salada seremos algo mas sabios, y sabremos reconocer las buenas olas al verlas venir.

ELPAIS.com | Noticias de Medio Ambiente