30 abril 2009

Un comercio inherente a la vida

Traficar. Intransitivo. En él se consome toda la acción o estado. Podemos decir asimismo comercializar, negociar con el dinero y las mercancías. Aquél denota un aspecto más oscuro, casi un demérito. C´est la même chose!! Lo que pasa es que en Derecho hay delitos que tratan de tipificar pues acciones humanas con el verbo traficar y creo que en ello está todo lo oscuro. Así el tráfico de drogas, de armas, de personas, de órganos, en suma, el tráfico ilícito. Todo este universo duro posee un ámbito de actuación que no obstante va más allá del comportamiento de un individuo. Podemos decir que son miles de personas que trabajan conjunta, coordinada, concomitantemente en pro de una organización -casi siempre ilícita- a fin de satisfacer intereses corrientes, humanos. Personas con conocimientos técnicos o no, personas de alta clase o no, políticos o no, esclavos del sistema o no, todos, sin excepción, son los tipos de seres que se meten en tal negocio en busca de su felicidad. Algunos poco avisados se preguntarán pero ¿por qué? Pues porque eso mueve pasta hermano (a). Pero tanta pasta que las cifras pueden superar el PIB de muchos países. Con ello es muy facil adentrarse en el ánimo de los individuos. Como bien económico por naturaleza, el dinero, lo compra todo, incluso la felicidad de algunos. El aspecto muy negativo no es único en este contexto. Como organización formal estas industrias del crimen se multiplican muy muy rapidamente y en un instante se propagan por todo el globo. Razón suficiente para creer que es un tema extremadamente actual, siempre novedoso, y, fiejense en lo que voy a deciros, imposible de extirpar de la faz de la Tierra. Eso me parece importante. En definitiva me lo parece todo. Todo. Porque, claro, no es lo mismo tratar una cuestión -cuando más si se trata de una Social- sabiendo que podemos combatirla que tratarla con la conciencia de que jamás la superaremos. Luchar contra la gripe (sea española, aviar, porcina...) es una cosa. Una Organización formal, lícita, conocida, auna esfuerzos conjuntamente con Gobiernos para erradicar un vírus que puede llegar a ser mortal. Otra cosa distinta es una Organización formal, ilícita, desconocida y múltiple, que con un sin fin de colaboradores -porque envolve mucha pasta- luchando contra un sistema cerrado y no invariablemente muy corrupto. Aquí ,por detrás de las cámaras, poco se ve; muy poquito la generalidad de personas (los contribuyentes, los representados) nos enteramos del todo. Aquí es la propia Organización que esparce "el mal", utilizándose de las armas del bien. Quien hace la ley echa la trampa. Bueno, casi eso. Pero como el sistema cerrado no puede ser cien por cien ético (claro está que es otro problema, pues de qué ética estaríamos hablando), público, transparente, tocamos fondo y caímos en la oscuridad aquella, de lo ilícito. Pues bien. Traficar está de moda. Y no me refiero al traficar de errar por varios países, de correr mundo. Me refiero al de comerciar con negocios prohibidos por el Gobierno. ¿Qué hace el Gobierno? Lo intenta. Puede hacer más, creemos que sí, siempre se puede hacer más. Si no, amigos (a) míos (a), ¿de qué serviria toda este aparato estatal? Entonces eso, ¿por adónde empezar y cómo? El sistema. Sólo, sostengo, a través del sistema mismo. El sistema jurídico digo. Ahora bien, para modificar éste necesitamos cambiar algunas piezas antes o conjuntamente. El mecanismo funcional del Derecho marcha siempre apoyado por la sociedad que le construye, forma. De ahí que la sociología, la psicología social, la historia social, la antropología cultural, necesitan dar que hablar. Participar. Así mismo nosotros. El Derecho per se no es capaz, creemos, de solventar el todo. Es inocuo para combatir el mal. Y además muy injusto. La tarea es muy árdua. Siempre decimos. Basta con ir al grano y comentar lo siguiente: imaginaos que en una organización ilícita, de mucho poder, mucha gente metida en ella es gente de mucho poder y gente que nos representa a través del sistema. Vaya, ya está. C´est la fête de Babette. Si no se puede por arriba pues que empecemos por abajo. Cuanto más transparente mejor. Lo dudo que hoy por hoy con internet, iphones, notebooks finismos, bluetooth, accesible a un gran numero de la población mundial, se pueda provocar una revolución de aquellas (la francesa por supuesto). Nadie quiere mojarse actualmente. Por ello un cambio a partir del sistema conocido por todos -el sistema democrático y plural, pero defensor de los derechos fundamentales-, un cambio desde el interior mismo suyo (el político), puede resultar benéfico para la civilización mundial. El tráfico es cosa de todos. La problemática es nacional e internacional. Dado que global su incidencia. Así, Organizaciones internacionales y Gobiernos deben de encontrarse en objetivos y metas, finalidades y actuaciones, para poder hacer con que poco -muy poco- de injusticia se cometa. Los verdaderos criminales no usan drogas. Al menos no se mueren a gusto. No puedo corroborarlo. Pero me planteo lo siguiente, ¿¿sirve de algo meter en la cárcel consumidores o traficantes pequeños de drogas?? Siendo eso un hecho y quizás cierto ¿será igual el traficante sin medios económicos y considerado al margen del sistema sociocultural que el otro traficante, uno más bien posicionado en la escala social y con todo el acceso cultural y por supuesto económico? Dáque pensar. Igualdad, necesitamos utilziar este principio. Pero nos dicen que en el momento decisorio un Juez no puede ser superman y huir de la ley. ¿Y dónde está la hermanéutica? No se debe -dicen otros- politizar la justicia...tampoco judicializar la política...¡¡Venga ya!! Toda esta falta d eobjetividad sirve así muy bien para escribir libros y llenar estanterías y escaparates. Pero hay gente que se muere. Hay gente que pasa hambre por falta de comida porque otros que pasan hambre de bienes no dejan de dar caña en el sistema cerrado y a través de él se esfuman tranquilos. El trafico ilícito hubo. Lo hay. Lo habrá siempre. Si medidas político-jurídicas más "abiertas", "sociales", "reales" por tanto, comienzan a salir a la luz, quizás, podamos reciclar el sistema. Sin historietas. Vida y libertad. Siempre lo digo. Nada más que eso. La unicidad de los casos y la diferenciación de los mismo para promover un derecho justo y ecuánime. El poder político se casó con el económico hace siglos (¿Lo existió ya en el paleolítico?). Por ello es muy difícil toda la materia. Los bienes son escasos y esa es la gran putada -perdonadme-. Eso se dijo (sobre los bienes y no la putada) hace rato. Imaginaos ahora. Más que escasos, están en extinción. Extinción es otro término de moda. Pero ahora no me meto con él. Lo que sí resulta interesante es entender pues que el traficar no estará nunca en extinción porque mientras vivamos aquí, mientras haya seres humanos en sociedad, habrá eso del trafico. Y si lo percibimos así la mirada clínica, la jurídica, tiene que ser distinta. Pues, si nosotros que creemos en un Derecho penal garantista basado en los derechos humanos, pero al mismo tiempo eficiente, seguidor de objetivos políticos (objetivos politicos-sociales evidentemente), no podemos aceptar que el planteamiento de propuestas político-jurídicas sean más duras con las consecuencias y poco observadores de las causas. La complejidad del tema reside entonces en el que la política, el derecho, la ética, la religión se mezclan entre sí y la relevancia o mejor la prominencia SIEMPRE está en el poder económico. La Historia enseña. Mártires y héroes. La Juana aquella. El poder. El poder económico. Bueno, tenemos que creer en algo. El sistema está a ahí. Apertura. Dejemos que la evolución cultural se haga social. Intentamoslo. Se puede admitir el pluralismo. Pero la reserva: siempre observando los derechos de la persona. No se puede entender y aceptar sin más que un ser humano con tantas carencias, totalmente fuera del sistema sociocultural, del político-económico, que al intentar existir, se meta en actividades ilegales y en razón de ello sea punido severamente. Hay cosas que Hegel ha dejado pasar. La suerte es que Habermas habla, comunica. Algunos juristas asimismo formalizan conceptos pro ser humano. Eso es lo que vale. El verdadero responsable es el que está allá arriba de la Organización criminal, en la cúspide. Coger al pequeño es coger el fruto podrido. A veces ni falta lo hace -en cogerlo- porque ya está allí en el suelo, casi entregado. En el trafico -sea cual fuere- por envolver tanto dinero, seguro que mucho Poder hay en el medio. Pero lo que uno no ve poco sentirá. Lo que no sentimos poco queremos tratar. Por ello la empatía social. ¿Qué haríamos nosotros sin família que amar, sin amigos reales, sin los derechos básicos y fundamentales (trabajo, sanidad, vivienda, escuela, etc., etc.)...? Entiendo que ahí se da el estado de necesidad. Uno se transforma conforme el medio. O mejor se adapta en él. La política de drogas, por ejemplo, puede cambiarse. Empezando por el bien jurídico. Con ello entiendo que todo el sistema jurídico puede asimismo transmutarse cuanto a esta problemática. Aceptar la droga como inherente a la sociedad es un primer paso. Otra cosa será el tema de la dependencia. Pero mucho mejor que la cárcel ¿o no? No veo a Jimi Hendrix metido en un local destinado a los eclesiásticos o a reclusión de presos. Libertad individual. La cuestión de la sanidad pública para mí es otro cantar. Bueno aquí no se debe adentrar en esto. Quedemoslo con la capacidad de cada ser en eligir sus objetivos y en como conducir su conducta. Evidentemente estamos hablando del trafico y no de los delitos contra la vida o la libertad sexual. Ahora bien, no nos olvidemos de que no todos venimos de las mismas capas sociales y que aún existe el principio de igualdad material. Falcão (meninos do tráfico) parte 1 & Falcão - Meninos do Tráfico - ( Completo PARTE 3 )
Michael Jackson - They Don't Care About Us

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En un contexto creciente de urgencias prácticas, de conflictos sociales y catástrofes ecológicas, económicas y políticas, los distintos actores sociales toman posiciones que renuevan tensiones clásicas, a la vez que plantean problemas inéditos, frente a los cuales el despliegue de la razón instrumental, encarnada en el desarrollo acelerado de la ciencia y la tecnología resulta impotente.
"Da el primer paso con fé, no tienes que ver todas las escaleras, tan solo da el primer paso" Martin Luther King

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